Las ciencias exactas parten de la premisa de «una realidad independiente, libre de la interacción humana». los estudios de la ciencia –de los que el sociólogo, antropólogo y filósofo Bruno Latour es uno de los más prominentes representantes- tienen como objetivo desvelar el componente humano que influye inevitablemente en toda investigación científica y sus resultados.
Con abundantes anécdotas y la didáctica de un buen profesor, Latour expone diversos estudios de caso –una expedición en la selva del Amazonas, la investigación sobre la energía atómica o los experimentos de Louis Pasteur- para ilustrar el factor humano del conocimiento científico. Indaga en los planteamientos filosóficos de Platón a Isabelle Stengers, de Durkheim a Donna Haraway, para señalar lo que está en juego en estas llamadas «guerras científicas»: la sumisión perpleja de la gente común ante las fuerzas beligerantes de quienes pretenden haber alcanzado la verdad última.