LA ERA DEL SOBREPENSAMIENTO MÁGICO. NOTAS SOBRE LA IRRACIONALIDAD MODERNA

Una obra enriquecedora que combina crítica cultural con narrativa personal y explora nuestros sesgos cognitivos, así como el poder, las desventajas y los aspectos más fascinantes del pensamiento mágico.

Amanda Montell, autora de Cultos. El lenguaje del fanatismo centra su atención y conocimientos en el funcionamiento interno y los sesgos de la mente humana en su obra más personal y electrizante hasta la fecha.

El «pensamiento mágico» es la creencia de que los pensamientos internos de una persona pueden afectar a ciertos eventos del mundo exterior. Por ejemplo, la convicción de que alguien pueda manifestar dejar de vivir en la pobreza, prevenir el cáncer con energía positiva o impedir el apocalipsis aprendiendo a envasar sus propios melocotones. En todas sus formas, el pensamiento mágico trabaja con el objetivo de restaurar la voluntad en medio del caos, pero Montell sostiene que en la era de la información moderna, los mecanismos de superación de nuestro cerebro se han sobrecargado, y nuestra irracionalidad ha aumentado hasta niveles desorbitados.

En once capítulos perspicaces y realmente divertidos, la autora ahonda en una variedad de sesgos cognitivos que proliferan en nuestra mente, desde cómo el efecto halo cultiva la adoración (y el odio) hacia las celebridades a gran velocidad, hasta cómo la falacia del costo hundido puede mantenernos en relaciones tóxicas mucho después de que nos hayamos dado cuenta de que no nos benefician. Montell esclarece estos conceptos con su astucia e ingenio característicos, y transmite un mensaje de esperanza, empatía y, en definitiva, de compasión por nuestros cuerpos atormentados por la ansiedad. Si has perdido la fe en nuestra capacidad de razonar, este libro te ayudará a darle sentido a lo que no lo tiene, a silenciar la cacofonía durante un tiempo, e incluso a escuchar en ella una melodía.

«El intelecto inigualable de Amanda Montell ayuda a hacer que la vida humana sea mucho más interesante y un poco menos desconcertante».