Tiene razón señorita Arzú, llegué a estas tierras hace más de cuatrocientos años, en un navio procedente de Cádiz, aunque los que lo abordaban eran todos catalanes. Y no se equivoca al decir que fui amante de la Sinventura, mi amada Beatriz de Valencia de la Cueva y Benavides, la segunda esposa y cuñada del llamado Adelantado Pedro de Alvarado, un sanguinano exterminador de indios mexicanos y de las provincias di antiguo Reyno. La verdad es que nos amábamos, de todas las mujeres que he tenido en estos largos siglos, es quizás una de las que más be amado y disfrutado y la palabra amante puede sonar vulgar o sucia, pero el amor, señorita Arzu, nunca será indecente, usted mejor que yo lo sabe
Le recuerde señor Juarroz o como se llame, que mi vida personal no es de la incumbencia de los presentes intervino la aludida.
De acuerdo, señorita Debe saber que antes que ocurrera la catstrofe del volcan de Agua hice lo imposible por que saliera del lugar junto a todas las damas de su compañia, pero no me quiso escuchar. Pero usted si se equivoca al decir que yo asesine un siglo después a Brigida Gonzales Blatres Beltranena y Piñol Su asesino fue alguen de la farmilia, quien nos encontro cogiendo en su habitación e intentó vengar la afrenta por quitarle la virginidad a su hermana, pero al no lograrlo descargó su furia contra mi hermosa Brigida. Desde luego, veinte años después vengué su muerte, en un duelo a espada limpia y con padrinos incluidos"
(Fragmento de El vampiro del Convento de Santo Domingo)
