Desde 1930, la mujer guatemalteca ha venido desarrollando una serie de actividades dentro de la institución armada; en Latinoamérica Guatemala fue uno de los países pioneros en incorporar a la mujer a su Fuerza de Tierra (1967); el primer paso en materia de igualdad de género se dio en 1969, con la primera oficial profesional graduada con el grado de Subteniente de Sanidad Militar. Posteriormente, luego de la firma de la paz firme y duradera, 1997, la Escuela Politécnica abre sus puertas a la mujer para incorporarla al cuerpo de cadetes, graduándose la primera promoción en el 2001, ostentando actualmente el grado de Teniente Coronel; recientemente en 2024 es nombrada la primera mujer comandante, con ello la institución castrense continua sus esfuerzos encaminados con la igualdad de género; el trabajo arduo realizado por todas las pioneras en diferentes ámbitos, así como el profesionalismo, dedicación y empeño, puesto de manifiesto en todo momento, ha sido la clave para la permanencia y consolidación de la mujer en el Ejército de Guatemala.
