Aún se percibía la agitación de la Revolución cubana cuando en el
verano de 1960 C. Wright Mills se entregó a su análisis. El fruto de su
ahínco fue la pronta publicación de Escucha, yanqui. La Revolución en
Cuba, ejemplar obra de literatura comprometida que permitió al mundo
escuchar la voz de este pueblo caribeño que exclamaba el entusiasmo
por las transformación social emprendida por aquella generación
empeñada en poner fin a la interminable sucesión de injerencias
económicas y políticas que menoscabaron el bienestar cubano. El tono
de esta interpelación nacionalista e igualitaria acentúa la efectividad de
los mecanismos implementados, como la reforma agraria y la cruzada
de alfabetización, y deja en segundo plano las abstractas disquisiciones
ideológicas. Cegada prematuramente su vida, a Mills le fue impedida la
posibilidad de analizar con amplitud las consecuencias del nuevo
orden. Sin embargo, para el lector contemporáneo el retorno a este
controvertido ensayo es una oportunidad propicia para nuevas
reflexiones.
