En el norte de Tarambul había una vez una señora que era la peor señora del mundo. A sus hijos los castigaba cuando se portaban bien y cuando se portaban mal. Los niños del vecindario se echaban a correr en cuanto veían que ella se acercaba. Lo mismo sucedía con los señores y los viejitos y las viejitas y los policías y los dueños de las tiendas. Un día, sus hijos y todos los habitantes del pueblo se cansaron de ella y decidieron hacer algo para poner fin a tantas maldades. Este audaz libro reactualiza los valores tradicionales con humor mordaz y corrosivo. Un libro que disfrutarán niños y grandes.