Con imágenes críticas y escenas surrealistas, el libro se compone de historias de represión permanente y de incomunicación, que empiezan en las relaciones familiares y continúan en las de los individuos con el Estado.
La denuncia al régimen rumano subyacente en esta obra motivó que le fuera prohibido viajar y publicar, y finalmente desembocó en el exilio de la autora.