Un clásico imprescindible sobre la incomunicación entre el adulto y el niño.
Elvis se siente triste porque cree que sus padres no le entienden y porque no es como ellos desearían que fuera. Pero Elvis tiene tres buenos amigos, su abuelo, Julia y Peter, con los que vive intensas aventuras: expulsan a unos intrusos que han entrado en casa de Julia, aprende a montar en bicicleta, encuentra a su gata perdida...