El Príncipe y el Mendigo es la primera novela histórica de Twain, ambientada en la Inglaterra de 1547, en la Europa de la Reforma, y en las postrimerías del reinado del enamoradizo y sanguinario rey Enrique VIII y los comienzos del de Eduardo VI, que se lee de un tirón con una sonrisa constante en los labios y sin que jamás decaiga el interés por conocer su desenlace final.