De alguna forma, espero que este libro sirva de estímulo y esperanza para que mis compatriotas migrantes mantengan el deseo de superación y lucha para seguir adelante sin importar haber nacido en la cuna más humilde -en mi caso, sin cuna-, que sepan que siempre hay esperanza y que si en verdad se lucha por lo que se quiere, es posible alcanzar cualquier sueño.
El hecho de haber nacido pobre no quiere decir que no se puede salir adelante y alcanzar las metas. En mi caso, fue una lucha dura, especialmente porque tuve que migrar dos veces, primero a la capital de Guatemala y luego a el gran país del norte, Estados Unidos de América. Esta es una historia real, de lágrimas, esperanzas y risas, escrita en mis propias palabras, realmente como sucedió.
Nunca en mi vida creí que iba a escribir un libro, tuve la ilusión de hacerlo cuando de jovencito encuadernaba y cortaba los libros para otros, siempre veía en ellos la alegría de ver su sueño realizado y ver cómo su libro, era su propio hijo, y yo me alegraba mucho porque era parte de ese sueño.
Ahora veo mi propio sueño florecer...
René Corado
