Cuando prestamos atencion a los detalles de la vida cotidiana a veces somos capaces de ver algo que nos invita a reflexionar, pero tambien nos hace sentir y querer hacer las cosas de una manera diferente, entonces apreciamos una oportunidad de aprender. Y es que el espacio de aprendizaje va mas alla de las aulas; a traves d e las relaciones y nuestras acciones todos formamos parte de una comunidad educativa en la que tenemos el papel de educadores y al mismo tiempo de aprendices, por lo que compartimos una responsabilidad que requiere que desarrollemos una mirada educativa. Este libro invita a repensar la educacion a traves de cuentos y breves relatos que ayudan a entender lo que dificilmente se puede explicar de otra forma, conectan con nuestras experiencias y proponen prestar atencion a lo importante en un contexto lleno de distracciones. Estas historias impregnan con su sabiduria nuestra vida y permiten multiples lecturas con diversos significados y aprendizajes, por lo que cada cual debera masticar y saborear la fruta.