Jon Whitcroft está molesto porque su madre lo ha enviado al internado de Salisbury. Ahora debe vivir en un lugar frío y viejo, con personas extrañas, y hasta debe compartir cuarto. Todo cambia cuando una noche aparecen frente a su ventana tres fantasmas que van a matarlo. Por fortuna, en Salisbury también estudia Ela, una valiente niña que, además de creer en espíritus, le dirá cómo despertar al único fantasma que puede ayudarlo a ponerle fin a la cacería: William Longspee.