Encontrar momentos para “hacer nada” es la
original propuesta de este libro.
Se trata de discurrir sin generar preocupaciones,
en un tiempo que nunca se desperdicia: un
auténtico antídoto contra la ansiedad. Esta variación
reflexiva contribuye al autoconocimiento:
devenimos personas más tranquilas, más positivas
y nos ayuda a entender mejor nuestra existencia.