Chu es un panda que posee una extraña habilidad para meterse en dificultades. Los papás de Chu lo saben e intentan que el pequeño no estornude, pues como afirma el narrador: “Cuando Chu estornuda, ocurren cosas terribles”. De hecho, su propio nombre suena a estornudo. Sin embargo, no es culpa de él, sino del polvo que hay en la vieja biblioteca que visitan o la pimienta del almuerzo. La obra destaca por su humor y su sencillez argumental; también por el sobresaliente trabajo del ilustrador Adam Rex, de quien Océano Travesía ha publicado con anterioridad Frankenstein se hace un sándwich y Frankenstein se lleva el pastel.