El éxito depende cada vez más de cómo interactuamos con los demás. Resulta que en el trabajo, la mayoría de las personas operan como tomadores, igualadores o donantes. Mientras que los que toman se esfuerzan por obtener lo más posible de los demás y los que igualan buscan comerciar de manera uniforme, los que dan son la rara clase de personas que contribuyen a los demás sin esperar nada a cambio.