Los Cuentos de Canterbury es una de las obras más importantes de la literatura inglesa y una de las más influyentes de la Edad Media. De ella se conservan bastantes manuscritos, aunque ninguno de ellos es anterior a 1400. La versión de la obra que prevalece hoy en día procede de dos manuscritos ingleses diferentes: el Ellesmere y los manuscritos Hengwrt. Tras la primera edición de Caxton (1478), la obra tuvo una enorme difusión por toda Europa. Curiosamente la primera traducción española conocida data recién de 1920.
La colección de cuentos se ordena alrededor de una peregrinación a Canterbury. Se inicia con un prólogo, que es el punto de partida del camino, donde se congregan los peregrinos que encarnan las diferentes clases sociales del momento. De todos ellos sólo veinticuatro llegarán a contar un cuento bajo el arbitraje, unánimemente aceptado, del Posadero. La estructura de la obra es lineal, un cuento detrás de otro, pero no es recta como no lo es el camino que se hace al cabalgar desde Londres a Canterbury. Las peripecias del viaje matizan los relatos de los peregrinos, y sirven para reforzar el hilo conductor de la historia. Desfilan por sus páginas temas tales como la nobleza, la religión, las ciencias, el amor, el matrimonio, la riqueza, temas que son tratados con el talento de un creador que supo dotar a sus historias de ingenio, humor y originalidad.