Los hackers, los verdaderos hackers, no son etiquetables con tanta facilidad. Se los ha llamado ciberpiratas, programadores de virus, ciberterroristas, enemigos-jurado de Internet, chistosos que entran en las computadoras ajenas, ciberanarquistas...... La imagen que difunden de ellos los medios de comunicación de masas caricaturizan uno de los fenómenos más fascinantes de nuestra condición tecnológica. La conspiración de los hackers acompaña, en las sombras, la evolución de la inteligencia artificial desde los comienzos; ha contribuido a la revolución informática y al surgimiento de una visión nueva para un mundo nuevo. Cibernautas que defienden la libertad de conocimiento, partidarios del software libre, guerrilleros de la Red o espías de los secretos corporativos, los hackers ingresan en el siglo XXI como el lado oscuro y también más brillante de la civilización digital.