Del mismo modo que es imprescindible poseer una formación profunda sobre la disciplino que impartimos y una adecuada formación psicopedagógica, es indispensable disponer de ciertas competencias personales e interpersonales que nos ayuden en nuestro quehacer docente.
Este tibro aborda siete competencias especialmente importantes en el ámbito de la profesión docente: las capacidades de planificar y organizar el propio trabajo, de comunicarse, de trabajar en equipo, de afrontar conflictos desarrollando habilidades interpersonales, de utilizar las nuevas tecnologías, de revisar constantemente nuestro trabajo y de hacer todo ello con responsabilidad y realismo, conociendo nuestras posibilidades y nuestras debilidades.
Para el profesorado (desde la educación infantil hasta la enseñanza universitaria en el ámbito formal) y para los formadores en general, disponer de ciertas competencias personales e interpersonales que nos ayuden a enfrentar tos retos crecientes y cambiantes de la época que nos ha tocado vivir es especialmente importante porque, de algún modo, el desarrollo de otros individuos depende, en parte, de nuestro trabajo.