COCINANDO EN FAMILIA MI GASTRONOMIA GUATEMALTECA

«Te preguntarás para qué cocinar y este libro te dirá que la cocina está presente en todos los días de tu vida. Está en el olfato, cuando reconocemos el olor del pan, de una tortilla, de una cebolla o del caldo de res. Está en los ojos. ¿En los ojos, preguntarás? Claro, cuántas veces no sientes hambre al ver una comida que te gusta. Las abuelas dicen que la comida entra por los ojos. También en los oídos. ¿En los oídos? Por supuesto. Algo crujiente nos provoca hambre. El sonido de la olla de presión nos avisa que ya están cocidos los alimentos. Con las manos descubrimos si los alimentos son fríos, calientes. Si son suaves o duros. Con el corazón, porque descubrimos el amor con que nuestros padres cocinaron lo que tanto nos gusta. Con la risa y la felicidad porque lo que comemos nos quita el hambre y nos da bienestar.

Si no existiera la cocina no podríamos crecer, jugar y ser felices. Menos juntarnos con mamá, papá y los hermanos en la mesa y platicar de lo que nos sucedió en la escuela. No tendríamos energía para levantarnos ni hacer tareas.

La cocina es parte de la cultura de los pueblos, por ello, cada grupo étnico posee comidas y bebidas especiales, así como cada departamento o municipio tiene platillos que los distinguen.»