La Cartuja de Parma es la historia encantadora de un noble joven italiano que lleva una vida apasionada y apasionante, en un país en el que reinan el miedo, la corrupción y el heroísmo junto con la dulzura de vivir. La novela, que comienza con las primeras campañas napoleónicas y termina en una cárcel, no es propiamente una historia de intriga o de aventuras, es antes que nada, una novela pasional.
En esta obra, Stendhal ha querido demostrar que el hombre es capaz de realizar sus ideales aún en circunstancias históricamente mezquinas. Las aventuras de su héroe son contempladas en una especie de nostálgica melancolía y de amorosa indulgencia; la novela histórica tiende a la fantástica dulzura de un poema novelesco; los refinados análisis psicológicos, el obstinado y preciso rigos del estilo, las consideraciones filosófico morales, todo está transfigurado con la rara felicidad de una visión lírica que a veces alcanza la pureza de ritmo de un canto.
