Para el año de 1960, Franz Kafka, uno de los precedentes e investigadores del existencialismo, había revolucionado ya casi todo lo que tenía que revolucionarse. La problemática de Kafka y su pretendida simbología han concluido por configurarse como la del hombre actual, enmarañado en las redes tupidas y en las sutiles telas de araña de nuestra sociedad, acomodada entre la autoridad y la técnica, de automatismo y el tedio, el temor y la angustia, la soledad y la violencia. En este libro se presentan algunos de sus relatos, más bien crónicas del descabello y el desatino, contadas de la manera más natural y realista.