Con un estilo narrativo deliberadamente sencillo pero abundante en detalles, los cuentos incluidos en Bajo el mismo día tienen la cualidad de hacer que el lector ejercite sus sentidos para percibir desde los olores de las especias hasta un horrible tufo, pasando por el rico sabor de un pan recién horneado; o sentir el calor de un sol abrasador, el silencio de una noche estrellada o el bullicio de una gran ciudad.
Es precisamente el ingrediente cotidiano de las historias lo que abre las puertas para entrar en el mundo de personajes con una fuerza emotiva tan vibrante que se sienten tan cercanos como una vecina, un pariente o uno mismo sincerándose frente al espejo. Sin duda alguna la trama y la forma en que se narra, así como los personajes, hacen de cada cuento un mundo emocionante y adictivo.
