Aura nos remite a la época de la invasión francesa y de la imposición de Maximiliano de Austria como emperador, todo ello a través de las memorias escritas por un alto militar de las fuerzas que apoyaron la invasión extranjera.
Consuelo, viuda del militar de las memorias, tiene en esta historia una presencia tan vigorosa en el reino fantasmal de su vieja casona que la joven Aura parece ser, más que un personaje de carne y hueso, una proyección fantasmal de la anciana: esto explica la perplejidad del joven historiador frente a una y otra.
En esta novela breve Carlos Fuentes también expresa su preocupación por la necesidad de que México se encuentre a sí mismo en la confrontación de sus raíces aborígenes, de su peculiar revolución y de lo que es la nación mexicana de hoy. Quizás uno de los mayores aciertos de Aura radica en su enigmática técnica narrativa. En efecto, en algunos pasajes es muy difícil precisar incluso quién es la voz que narra la historia.
