La esperada reedición, tras más de dos décadas descatalogado, de una de las obras monumentales del pop enérgico y el rock and roll en su momento más dulce y salvaje escrito por el «padre» de la crítica musical.
«Simplemente la mejor pieza de escritura pop de todos los tiempos: herejía y revelación a la vez. Nunca ha sido superado» (Simon Reynolds)
«Uno de los mejores libros de rock de todos los tiempos» (The Guardian)
«Grande, brillante e inspirador» (Greil Marcus)
Nadie, tras medio siglo desde su publicación, ha escrito algo así. No al menos con esa frescura. Tampoco con una honestidad tan despiadada y, al mismo tiempo, divertida. David Bowie, Simon Reynolds, Greil Marcus o Jarvis Cocker, entre muchos otros, lo consideran uno de sus libros favoritos, una obra hasta la fecha nunca superada. The Guardian, por su parte y con letras doradas, lo nombra el Gran Libro sobre Pop. Cohn nos dice que está ahí, en primera línea; es testigo de todo y ha venido a contárnoslo. Es un fan escribiendo sobre su obsesión, el pop, con una pulsión y erudición tremendas. También con una pasión que es pura y cristalina. «¿Qué le falta a este libro? —se pregunta Kiko Amat en el prólogo a esta edición–. No mucho, a decir verdad. No mucho. Awopbopalobop Alopbamboom es puro totalitarismo adolescente, eso sí, y como tal hay que leerlo. El Año Cero llegó, y en un flash se marchó, parece decirnos. Cohn habla de las raíces, de Elvis y James Brown, el Merseybeat y los mods, pero le pone el cerrojo a la era y al género en 1968, asegurando que la época dorada había terminado, que tanto Beatles como Stones estaban acabados, geriátricos, arterioescleróticos, pura carne de anuncio de detergente, y que desde entonces solo podía haber degeneración, pretenciosidad, impureza y tedio. Me maravillaba con cada frase, cada staccato, cada comparación, cada maldito epigrama de Cohn. Este es el mejor libro sobre pop jamás escrito, pensé entonces, cuando no había leído otro. Y lo sigo pensando ahora, cuando he leído todos los demás».
Esta es la esperada reedición, tras más de dos décadas descatalogada, de una de las obras monumentales del pop enérgico y el rock and roll en su momento más dulce y también salvaje escrito por el «padre» de la crítica musical.