“El fin de esta obra –apunta Sartre- es descubrir la gran función ‘irrealizante de la conciencia o ‘imaginación’ y su correlativo noemático, lo imaginario.” Un objeto imaginario es una creación pura, un absoluto, y por lo tanto nos ofrece la posibilidad de negar al mundo, pero al mismo tiempo resulta inconcebible a esta imaginación la posibilidad de aislarse de la conciencia que está en el mundo.
En Lo imaginario (1940) vemos ya apuntadas una serie de ideas que Jean-Paul Sartre (1905-1980) habrá de desarrollar en su posterior obra filosófica: El ser y la Nada, El existencialismo es un humanismo, Crítica de la razón dialéctica, ideas de conocimiento imprescindible para todo lector que aspire a Comprender cabalmente el pensamiento contemporáneo.