"Príncipe de los cronistas del habla castellana, suyas fueron todas las bellezas del decir sugerente e inimitable; artista de los más altos blasones espirituales, poseyó a la manera de sus maestros del modernismo, los secretos de la música y del color, y escribió sus páginas con afanes e artífice renacentista que orfebra sutilmente sus medallones y sus miniaturas; poeta admirable, nos hizo sentir a través de sus libros, el encanto de la tierras distinates a donde le llevaran sus infatigables pregrinaciones, la plasticidad de los paisajes que cautivaran sus pupilas, la belleza de las leyendas inefables..."
Enrique Muñoz Meany