
- Editorial:
- PRAXIS
- Materia:
- Arte guatemalteco
JAZMINES
JASMINA JAECKEL DE ALDANA
La pantalla se iluminó con la fragancia de un jazmín.
El jazmín se volvió mujer frente a un lienzo.
¿Una autobiografía elegantemente oculta detrás de un par de ojos de mirada penetrante, cautivadora? ¿Una galería de dibujos de extraordinaria belleza? ¿Un desafío para que el lector trate de interpretar una personalidad profunda, viajante entre tres mundos? Espíritu inquieto e incisivo, en su último libro Jazmines Jasmina Jäckel de Aldana se acerca con una inteligencia guardada en su pensar; alguien que ha jurado contarnos las fábulas en el lienzo, en el color, en el verbo bilingüe (castellano-alemán) que responde a una mente fabricante de sueños con una voluntad que sabe doblegar el acero de las dificultades. Predomina el yo femenino que tiene adentro cada mujer, urgida de exteriorizar sus vivencias y valorar sus sentimientos. Con Jazmines nos ofrece la historia de su lucha y sus logros. Más que una autobiografía de alguien que se considere ya realizado, Jasmina Jäckel de Aldana se está preparando para el segundo tiempo, el tiempo de cosechar. Este libro es un diálogo con el lector, con cada uno de nosotros. Ella espera por la respuesta, más bien por todas las respuestas imaginables. Es su manera de requerir con cautela y solicitar con orgullo.
De los dibujos de la colección me llevaría Ojos femeninos con asil árabe con los ojos de la misma autora-artista, ávidos de localizar caballos por doquier. En Ruseifah in memoriam I (2013) el caballo mayor majestuoso que se ve está entrando al establo, mientras vemos al menor saliendo en dirección opuesta. Autorretrato con miniatura es sobrio, profundo, diría enigmático, diecisiete años tras de ser realizado. No vacilo en señalar Autorretrato con vestido de mi madre, una obra de 1999. Si bien los ojos entre las dos cintas negras son matadores, el gancho que más me atrajo fue un pequeño símbolo arriba a la izquierda que interpreto como la cruz cristiana junto a la media luna del islam.
Lleva lo alemán por dentro y por fuera. Sigfrid y Brunilda, Rin y Elba, Beethoven y Wagner, Humboldt y Schopenhauer. Con un pensamiento de este filósofo oriundo de Danzig, la autora-artista nos arroja el primer jazmín de su texto. No nos dice en qué momento se dio cuenta cabal del mensaje arquetipal que le llegaba del oriente cautivador. Sus ancestros paternos vienen de la milenaria Persia, una tierra cuna de varias culturas sucesivas y difusora de otras, desde las guerras en el Peloponeso hasta los confines de la Transoxiana. Absorbió por completo su mundo alemán y lo supo conectar con su versión del mundo árabe-islámico. Y de repente, un pequeño país centroamericano entonces inmerso en conflictos civiles y dictaduras de botas Guatemala teje de las plumas de Quetzalcóatl un fino puente que la traería por encima de las olas del Atlántico a leer tanto el Popol vuh como a Asturias, además de citar a Monterroso como si estuviera nombrando a los Gebrüder Grimm. Guatemala la convierte en hispanoamericana y la prepara para lanzarse hacia México, Venezuela y otros escenarios de nuestra América.
América Latina ha estado siempre presente en la esfera intelectual de occidente y va, cada día más, hacia mayor integración con el mundo editorial de Europa, Estados Unidos y lo que ineluctablemente tenga de universal en la producción artística, literaria y científica de Asia, África y Oceanía. La idea es que ha de resultar muy difícil, casi imposible, que alguien arranque desde el sur y aterrice directamente en el norte. La autora lo sabe y por ello le echa mano a su idioma nativo y se empeña en volver a él desde dos rincones de Humania del Sur, lejanos entre sí, tanto en distancia física como en cosmovisión. Su meta es que, en lengua alemana y desde ella, rebote su producción a niveles más amplios en lo universal y, quizá, con mayor énfasis en los mundos que hablan el árabe por un lado y el español por el otro. Guatemala, por ejemplo, tuvo su primera (¿única?) mención en literatura árabe contemporánea cuando el célebre poeta sirio Nizar Qabbani nombra ese país en un poema de corte nacionalista como el escenario en el que la diplomacia de Estados Unidos tumba a un gobierno de izquierda (Jacobo Árbenz). Del jazmín y sus perfumes hemos retrocedido por un instante a la pólvora y sus olores. Perfumes, flores, pajaritos, arroyo, desierto, catedral, muro, universidad, avión, caballo, yegua, ópera, soledades, festejos, decepciones y triunfos, flores y espinas dan vuelta como un trompo en Jazmines. Cuando la noche se interna y se apaga la luz, el lector sabe que le espera una mañana diferente. Una mañana que lo irá a sacar de sus propias cuitas, aunque sea momentáneamente, para permitirle contemplar el nacimiento de un nuevo y perfumado amanecer.