Shopenhauer, 1788-1860, en El mundo como voluntad y representación, su obra capital, nos enseña que el mundo en sí es la voluntad.
Este autor encuentra el modo de ampliar su concepto de voluntad de tal manera que aparece como la causa de todo el sufrimiento y de toda la miseria en el mundo. La voluntad es la cosa en sí, completamente abstracta e independiente de todo fenómeno, también del espacio, el tiempo, la causalidad.
Como todo en el mundo consiste a la postre en voluntad, y sus deseos nunca pueden satisfacerse completamente, el filósofo del pesimismo concluye que en el mundo sólo hay por doquier sufrimiento y dolor constantes.
En la obra de Schopenhauer se pueden leer muchos ejemplos de esta cosmovisión pesimista. En todas partes ve Schopenhauer el largo sufrimiento y la lucha continua: cada uno es un cazador y cada uno es cazado.