- Editorial:
- PORRUA
- Materia:
- Filosofía
- ISBN:
- 978-970-07-6068-1
- Páginas:
- 415
EL MUNDO COMO VOLUNTAD Y REPRESENTACION
ARTHUR SCHOPENHAUER
Shopenhauer, 1788-1860, en El mundo como voluntad y representación, su obra capital, nos enseña que el mundo en sí es la voluntad.
Este autor encuentra el modo de ampliar su concepto de voluntad de tal manera que aparece como la causa de todo el sufrimiento y de toda la miseria en el mundo. La voluntad es la cosa en sí, completamente abstracta e independiente de todo fenómeno, también del espacio, el tiempo, la causalidad.
Como todo en el mundo consiste a la postre en voluntad, y sus deseos nunca pueden satisfacerse completamente, el filósofo del pesimismo concluye que en el mundo sólo hay por doquier sufrimiento y dolor constantes.
En la obra de Schopenhauer se pueden leer muchos ejemplos de esta cosmovisión pesimista. En todas partes ve Schopenhauer el largo sufrimiento y la lucha continua: cada uno es un cazador y cada uno es cazado.
Introducción
Cronología
El mundo como voluntad y representación
Prólogo a la primera edición
Prólogo a la segunda edición
Prólogo a la tercera edición
Libro Primero
El mundo como representación
Primera consideración
I. El mundo es mi representación. Materia del libro primero
II. Objeto y sujeto. El principio de razón
III. La representación intuitiva y sus formas
IV. La materia, objeto del entendimiento
V. El problema de la realidad del mundo exterior. El sueño y la realidad
VI. El propio cuerpo, objeto inmediato. Tránsito a los objetos mediatos. La ilusión
VII. Error de querer deducir el sujeto del objeto, o el objeto del sujeto. Relatividad del mundo
VIII. El conocimiento reflexivo es la función de la razón .
IX. Relación de los conceptos con las instituciones y de los conceptos entre sí
X. Toda ciencia, fuera de la lógica, es un conocimiento de conceptos abstractos
XI. El sentimiento. Su dominio, opuesto al del deber
XII. Papel del saber y papel del sentimiento en la práctica .
XIII. Teoría psicológica de la risa, basada en la distinción precedente
XIV. Verdad intuitiva y verdad demostrativa
XV. Abuso de la demostración de la geometría euclidiana. De la causa del error
XVI. De la razón práctica. Error de querer fundar en ella sola una moral: fracaso del estoicismo
Libro Segundo
El mundo como voluntad
(Primera consideración)
XVII. ¿Cómo alcanzar la esencia del fenómeno, puesto que la ciencia no la explica?
XVIII. La naturaleza de mi cuerpo aclara la de los demás objetos
XIX. Paso de mi cuerpo a los demás objetos. La voluntad
XX. Cada movimiento del cuerpo responde a un acto de la voluntad.
XXI. La voluntad grados de la voluntad
XXII. La voluntad es la esencia de los fenómenos así de la materia bruta como de la materia
XXIII. Sobre la palabra voluntad
XXIV. Diferencia entre los motivos de los fenómenos de voluntad acompañados de conciencia
XXV. La forma es lo más claro en el conocimiento; la realidad, lo más oscuro.
XXVI. Unidad de voluntad, a pesar de la pluralidad de sus grados y la de los individuos
XXVII. La etiología no explica más que el encadenamiento, en el tiempo y en el espacio
XXVIII. Gradación de las fuerzas de la naturaleza. Aparición del conocimiento en el mundo
XXIX. Finalidad íntima y finalidad exterior en los fenómenos; su explicación.
Libro Tercero
El mundo como representación
(Segunda consideración)
XXX. Objeto de este libro: las Ideas
XXXI. La doctrina de las Ideas en Platón y la doctrina de la cosa en sí de Kant
XXXII. Diferencia entre la Idea y la cosa en sí
XXXIII. El conocimiento, mientras está al servicio de la voluntad
XXXIV. Por la contemplación desinteresada de las cosas
XXXV. Los sucesos sólo tienen importancia, para el conocimiento filosófico
XXXVI. La contemplación de las Ideas, el arte, el genio.
XXXVII. El hombre, aún sin genio, es capaz de elevarse a la contemplación
XXXVIII. El placer estético. Nace de un ejercicio de la facultad de conocer
XXXIX. Lo sublime: de qué es resultado. Sublime dinámico y sublime matemático
XL. Lo lindo. Halaga la voluntad y destruye la contemplación. Debe ser excluido del arte
XLI. De la belleza. Dondequiera se da la belleza
XLII. Dos formas de placer estético: ideas inferiores, ideas superiores
XLIII. La belleza en la arquitectura. Resulta de la contemplación de dos fuerzas elementales
XLIV. La belleza en la jardinería, en la pintura de paisajes y en la de los animales
XLV. La belleza humana en la escultura. El artista no copia la realidad; deduce de ella la Idea
XLVI. Por qué Laocoonte, en el grupo que lleva su nombre
XLVII. Del desnudo y del vestido en escultura
XLVIII. De la pintura. Pintura de género y pintura histórica.
XLIX. Diferencia entre la Idea y el concepto, entre el genio y la imitación
L. De la alegoría. No aconsejable en la pintura. En la poesía, en cambio, agrega al concepto
LI. La poesía. Poesía subjetiva y poesía objetiva. La tragedia es la forma suprema de la poesía
LII. La música. Se encuentra fuera de la jerarquía de las otras artes
Libro Cuarto
El mundo como voluntad
(Segunda consideración)
LIII. Objeto del libro: filosofía de la vida práctica. Verdadero espíritu de la filosofía
LIV. La voluntad de vivir. La vida es inherente a la voluntad.
LV. El carácter. Sirve para conciliar la libertad del querer con el determinismo del fenómeno.
LVI. Propósitos de la continuación de este libro. El sufrimiento, fondo de toda vida
LVII. La vida humana es la más dolorosa forma de la vida. El dolor no es accidental
LVIII. El sufrimiento es positivo; la felicidad no es más que la negación
LIX. Prueba experimental de la identidad de la vida con el sufrimiento. Ninguna fuerza
LX. La afirmación de la voluntad.
LXI. Sobre el egoísmo. El individuo se considera a sí mismo el universo entero
LXII. Sobre la injusticia: consiste en negar la voluntad del otro. Formas de la injusticia
LXIII. La justicia universal. De qué resulta y qué es necesario superar para percibirla.
LXIV. Hasta el espíritu del vulgo comporta una noción de la justicia universal
LXV. Bondad y maldad. Absurdo de la expresión "bien absoluto".
LXVI. Toda moral abstracta resulta estéril. La virtud nace de la intuición de la identidad
LXVII. Toda bondad es, en el fondo, piedad. Las lágrimas provienen de la piedad
LXVIII. De la negación de la voluntad de vivir. Diversas maneras de llegar a ella.
LXIX. Del suicidio. Es una afirmación de la voluntad de vivir
LXX. Voluntad consigo misma. De la muerte por inanición voluntaria
LXX. Cómo la voluntad puede actuar sobre el fenómeno y producir el ascetismo
LXXI. La voluntad de vivir concluye en la nada. Sentido relativo de esta palabra