El personaje central es el narrador; la voz narrativa es lírica. El resto de los personajes es, en su mayor parte, referente para que el narrador pueda expresar lo que siente cuando sale en un recorrido imaginario en busca de su aldea arrasada por el Ejército y del árbol donde colgaron a su padre; lo hace ante el paciente escepticismo e irritación de su esposa Juana, quien quizás se llame Joanne. Intenta darle cierre a una emoción devastadora que quedó sin digerir desde que él y su novia Lucía, a quien en ese preciso instante trataba de seducir, espiaron la masacre desde un bosque cercano.