- Editorial:
- PORRUA
- Materia:
- Filosofía
- ISBN:
- 978-970-07-6750-5
- Páginas:
- 240
LOS OFICIOS O LOS DEBERES - DE LA VEJEZ - DE LA AMISTAD
CICERÓN, MARCO TULIO
Cicerón, el príncipe de los oradores de Roma, nos ofrece en estos tres estudios filosóficos que aquí se reúnen: los deberes, la amistad y la vejez, una lección sobre los grandes temas de la vida.
Cicerón es uno y múltiple. Como escritor, su influencia ha sido perdurable y decisiva, tanto por el esplendor del estilo como por la riqueza de los temas, ya que cultivó la filosofía, la historia, la retórica, las cartas en que se enhiesta como maestro del género, y aun la poesía.
Como orador, brilla en todos los géneros, el forense y senatorial, el judicial y panegírico; posee todos los recursos oratorios, la imponente presencia, la voz expresiva, la dicción enardecedora, la memoria erudita, el milagro de la improvisación, ágil el ingenio, agudo y profundo, caudaloso y pasional. Como artífice del idioma, lleva a la cumbre de la perfección a la lengua literaria de su pueblo, mérito que ya César le reconocía, con lo que además funda la prosa artística del Occidente europeo.
Prólogo
De los oficios o los deberes
Libro primero
Cap.
I Exhorta Cicerón a su hijo a que junte el conocimiento de la lengua latina
II A cuánto se extiende el tratado de las obligaciones
III División de los oficios y los motivos de deliberación
IV Cuidado de conservarse, común a todos los animales
V Cuatro principios de la honestidad
VI El deseo de saber es natural al hombre
VII Extensión de la justicia
VIII La avaricia y la ambición son dos causas muy comunes de la injusticia
IX La ambición de honra y del dinero es causa de la omisión
X La justicia de nuestra acción depende muchas veces de las circunstancias
XI El castigo tiene sus leyes como la guerra. ¿Cuáles son? .
XII Moderación de los antiguos romanos para con el enemigo
XIII Están obligados los particulares a cumplir las promesas a los enemigos
XIV Precauciones que pide la liberalidad
XV A quién se ha de hacer bien principalmente
XVI Principios de la sociedad, y primera obligación de ella
XVII Cuatro vínculos de la sociedad, el más fuerte es el de la patria
XVIII Reglas que se han de observar en los servicios que se hacen a los padres
XIX Esplendor de la fortaleza: virtudes que la han de acompañar
XX Señales de la verdadera grandeza del alma
XXI La vida retirada excluye la ambición
XXII Las acciones de cabeza y consejo son más útiles que las de la guerra
XXIII Cualidades que forman un hombre grande
XXIV Regla de la humanidad: prudencia en exponerse al peligro
XXV Reglas que han de observar los que gobiernan
XXVI Igualdad de ánimo y modestia, dos prendas muy necesarias
XXVII Utilidades de la templanza.Decoro inseparable de la honestidad
XXVIII Decoro, del cual nacen la gracia, el placer y la hermosura
XXIX Sujeción de los apetitos a la razón: de los juegos y chanzas .
XXX Dignidad del hombre: obligaciones que prescribe
XXXI Conozca cada uno y cultive sus disposiciones naturales .
XXXII Diferencia de los estados: elección de un modo de vida
XXXIII Pensar bien qué modo de vida se toma y no mudar con facilidad
XXXIV Diversidad de obligaciones según las diferentes edades y estados
XXXV En qué consiste el decoro
XXXVI Dos especies de hermosura
XXXVII Reglas sobre la pronunciación, así en el discurso público
XXXVIII Reglas para las reprensiones y para la conversación
XXXIX Cuál ha de ser la casa de un sujeto de consideración
XL ¿Qué es orden?Cuánto mudan las circunstancias la naturaleza
XLI Se han de evitar las menores faltas, arreglar su exterior
XLII Dos géneros de ganancias, uno honrado y otro mecánico
XLIII Epílogo de todo lo dicho: comparación de las obligaciones
XLIV El estudio ha de tener por fin el bien de la sociedad
XLV No se ha de anteponer el provecho de la sociedad
Libro segundo
I La filosofia es el único consuelo de Cicerón
II Conviene sacar algún provecho de los males
III Todo lo que sea honesto es también útil
IV Utilidades del trabajo de los otros: ventajas de la sociedad .
V Nada puede ser más perjudicial al hombre que el hombre mismo
VI Poder grande de la fortuna
VII No hay cosa más peligrosa que ser temido, ni más útil que ser amado
VIII El imperio romano debió todos sus aumentos a la justicia
IX Medios de adquirir gloria, y la confianza de los hombres
X Qué cosas admiramos y cuáles despreciamos
XI La admiración es el premio de la justicia y la benevolencia
XII Razones del establecimiento de los reyes y de las leyes
XIII Qué han de precaver los jóvenes al entrar en el manejo de los negocios
XIV Cuán útil es el don de la elocuencia: moderación en acusar
XV Dos géneros de liberalidad, el dinero y los servicios personales
XVI Hombres pródigos y liberales: en los gastos se ha de buscar dignidad
XVII Dádivas necesarias alguna vez: verdadera y falsa liberalidad
XVIII Reglas de la liberalidad: cuál es más honrosa
XIX Los jurisconsultos pueden hacer bien a muchos, y más los oradores
XX Los beneficios casi siempre son interesados
XXI No se ha de tocar a los bienes de los particulares
XXII Ejemplos de desinterés, que es una virtud muy laudable
XXIII La injusticia es la ruina de los Estados.Alabanza de Arato
XXIV Precauciones para que no haya deudas perjudiciales a la República.
XXV Comparación de los bienes del cuerpo con los externos
Libro tercero
I Del ocio de Escipión y cuán diferente era el de Cicerón
II Estímulos con que exhorta Cicerón a su hijo al estudio de la filosofa
III Peligro en separar lo útil de lo honesto
IV Honestidad común, corno obligaciones comunes
V Se ha de distinguir si lo que parece útil repugna a la honestidad
VI La utilidad de cada uno y la de todos es una misma
VII Se ha de apetecer la honestidad, o como el único
VIII Lo que no es honesto, tampoco es útil
IX Nunca se ha de obrar mal, aunque nadie lo pueda ver ni sospechar
X No hay utilidad donde no hay honestidad
XI Nunca se ha de pecar por la República
XII En qué casos se puede dudar si la utilidad se conforma con la honestidad
XIII Dos casos en que se puede examinar si lo que parece útil
XIV Cuán infame es añadir mentira a la disimulación
XV Leyes de los romanos contra el dolo malo y el fraude
XVI Disposición del derecho romano para establecer la buena fe
XVII Fraude que no se suele reputar por malo
XVIII El artificio se opone a la ley natural
XIX Verdadera idea del hombre de bien, y cuán dificil es encontrarle
XX Nunca hay causa para pecar
XXI Males que provienen del falso principio de tener por honesto
XXII Nada tenían por útil los antiguos romanos sino lo que era honesto
XXIII Qué partido se ha de tomar en algunos casos dudosos
XXIV Si se deben cumplir siempre los pactos y promesas
XXV No todas las promesas se deben cumplir
XXVI No puede haber fortaleza donde falta la honestidad
XXVII Acción de Régulo
XXVIII Todos apetecen lo útil y esto no puede hallarse sino en la honestidad
XXIX Fe del juramento hecho al enemigo y a los piratas
XXX Generosidad de algunos romanos que piden ser entregados al enemigo
XXXI No hay vínculo más sagrado que el del juramento
XXXII Pena del fraude y de la cobardía
XXXIII No puede ser útil lo que se opone a la templanza.
XXXIV Epílogo
De la vejez
I Expone Cicerón las razones que tuvo para componer este diálogo
II Escipión y Lelio se admiran de la resignación con que lleva Catón su vejez
III Quejas de los viejos: no deben éstas imputarse a la edad
IV Amor que tuvo Catón a Q. Fabio Máximo. Alabanzas de éste
V La virtud hace más llevadera la vejez. Ejemplos de esto
VI Cuán injustos son los motivds por que la vejez parece miserable
VII No se disminuye la memoria en los viejos
VIII No son enfadosos los viejos sabios.La vejez es trabajadora
IX No les faltan fuerzas a los viejos para vivir bien
X Ninguno debe hacer jactancia de sus fuerzas
XI No faltan f