LECCIÓN DE AMOR

Sí, ese era Clyde, aunque le llamaban K aalógii y tenía la mirada profunda y misteriosa de un encantador de serpientes. Un auténtico vaquero de los de siempre, con verdadera sangre india corriendo por sus venas y un extraño sentido del humor que amenazaba con hacer que una mujer perdiera completamente la cordura. Pero Clyde no imaginaba que aquella desagradable mujer, Lane McCrane, a la que todos en el pueblo llamaban Srta. Pepinillo por su mal carácter, lograría reabrir heridas de su corazón que creía cerradas para siempre