GENIO DEL CRISTIANISMO, EL

GENIO DEL CRISTIANISMO, EL (Libro en papel)

Q. 35
IVA incluido
No disponible
Editorial:
PORRUA
Materia
Filosofía
ISBN:
978-968-432-778-8
Páginas:
405

Si el romanticismo es, en efecto, un movimiento reaccionario, pocas veces ha tenido más cabal sentido el término aplicado a un escritor que en el caso de Chateaubriand. Su vida y su obra, tanto literaria como política, son en esencia una reacción, Sus libros están motivados por la nostalgia del pasado, la inadaptación del presente y la desconfianza ante un futuro amenazador. Sus mejores creaciones, y en particular el Genio del cristianismo, representan el rechazo emotivo, presuroso, apasionado, a las tesis propuestas por la ilustración y los enciclopedistas. El Genio es obra apologética y polémica. Más que contra Voltaire, se dirige contra sus discípulos, que parecen haber heredado su incredulidad sin su talento. Lo que defiende en sustancia son casi mil ochocientos años de cristianismo, met6dica, sarcásticamente (lo que más le irrita) atacados por el racionalismo de los últimos cincuenta. No se puede explicar el arte, la literatura, la civilización toda occidental sin recurrir a la fe cristiana. El Genio representa, en el plano intelectual, la antítesis de la filosofía del siglo de las luces. En el plano poético, el ensueño romántico. En el vital, el horror ante los estragos que había causado la revolución francesa, y en general todas las revoluciones.
Se ha dicho pues, pensando en Chateaubriand, De Bonald y otros, que el romanticismo es un movimiento de sentido reaccionario, tanto, lo filosófico y literario, como en lo social y político. Una oscilaciún del péndulo histórico. Quizá sea así en su conjunto, pero debe recordarse que hay en él un principio de contradicción interna que permite explicar las más grandes disimilitudes, las más desconcertantes paradojas; explicar, en fin, ese inexplicable coraz6n romántico del que habló el propio Chateaubriand.
Nada propicio es el clima de la literatura actual para un escritor como el que nos ocupa; menos aun para .un libro como el Genio del cristianismo. En nuestro tiempo precisamente parece culminar la crisis que motiv6 su creación. La obra se origina en la angustia de un escritor que ve derrumbarse el mundo de su familia, su infancia, su adolescencia. Está escrito durante las miserias del destierro después de haber sobrevivido a un baño de sangre. Está también lleno de la voluntad de creer, de volver a creer en lo que primero vieron los ojos. No es quizá, como pretendía su autor, el fruto de una conversi6n, pero sí hay en él un auténtico deseo de redimirse mediante la vuelta a la fe integral del pasado. Es también un libro sentimental, pintoresco, a trechos falaz y las más de las veces ingenuo, de hecho pueril en ocasiones.

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