BEL AMI

BEL AMI (Libro en papel)

-10%
Q. 40
Q. 36
IVA incluido
No disponible
Editorial:
PORRUA
Materia
Novela traducida
ISBN:
978-968-452-745-4
Páginas:
256
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La novela francesa de la segunda mitad del siglo XIX muestra una tendencia irreprimible hacia el estudio de la realidad. Ya Stendhal, Merimée y Balzac habían dado un gran paso en este sentido al buscar la fuente de sus novelas en la observación de los hechos sobre todo. El propio Balzac había abierto el camino hacia el naturalismo en algunas obras demasiado audaces para su época. Los cultivadores del realismo del Segundo Imperio no dejan de inspirarse en sus procedimientos y de seguir su ejemplo. Los primeros que recorren ese camino y que pretenden ser verdaderos discípulos de Balzac, Champfleury y Duranty comprenden la observación de una manera demasiado estrecha o carecen de composición y de estilo. Henry Monnier, el irónico pintor de las costumbres burguesas, y Eugenio Sue, el infatigable zurcidor de novelas populares contemporáneos de Balzac, no poseían ese conocimiento de la naturaleza humana que es capaz de conferir cierta permanencia a las obras literarias. En todo caso, la novela sigue la moda realista con más docilidad que los demás géneros literarios.
El realismo, convertido en sistema y llevado al exceso, no tardará en engendrar la novela naturalista de Emilio Zolá. Los Goncourt aceptaron la fórmula realista aún con sus exageraciones, pero atemperaron de algún modo la brutalidad de ese arte con el cuidado meticuloso que conceden a la forma. Fromentin, Feuillet y Alfonso Daudet revisten, dentro del realismo, otras características y se desenvuelven en un mundo de ideas más mesuradas. Suele considerarse a Gustavo Flaubert como el escritor de novelas realista por excelencia; equivocadamente, pensamos; porque ese título cuadra mucho mejor a Maupassant. Nacido y educado en el naturalismo, este escritor reacciona bien pronto contra esa tendencia y es el que mejor alcanza la perfección de la fórmula realista propugnada por Flaubert, el realismo que se podría denominar clásico.

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