La primera incursión de la irlandesa Claire Keegan en la novela corta nos trae una historia de infancias áridas. Un verano excepcional hará que la pequeña protagonista descubra la intimidad y el verdadero carácter de lo secreto. Traducida al francés, italiano, alemán, checo, chino, japonés y esloveno, Claire Keegan es ya considerada una de las narradoras magistrales del mundo de habla inglesa. En la Irlanda rural de principios de los ochenta, una niña es llevada a casa de unos parientes a pasar una temporada, hasta que su madre haya dado a luz al último de sus hermanitos. En casa de los Kinsella todo contrasta con su hogar: hay baño y no letrina, una máquina blanca a la que llaman freezer, e insisten en que allí no hay secretos. Pero ella no solo descubrirá uno, sino también que el dolor puede convertirse en ternura.