Nadie sabe cómo ni porqué, pero en la cabeza de Laura vivían monstruos. La vida despreocupada de estos seres alegres, para quienes lo único queimportaba era el placer de las fiestas, se vio interrumpida por la fatal certeza de que su mundo estaba colapsando. Construyeron refugios y esperaron que todo pasara pronto. Pero un curioso monstruo llamado Sebas no aceptará todo aquello con resignación: emprenderá un viaje junto con sus amigos que cambiará su visión del mundo. Hará nuevos amigos y comprenderá que la vida en sociedad implica una dinámica de negociación entre él y los demás, y entre la sociedad y el mundo.