Fernando, un escritor colombiano que vive en México, vuelve a su patria de nacimiento para acompañar en sus últimos días a su hermano Darío, enfermo de sida. Darío se ha instalado en la casa familiar.
Entre la abundancia de recuerdos sobresalen los dedicados a su padre que, junto a su hermano Darío, es el único miembro de la familia a quien Fernando quiere.
«Cuando Carlos salió del cuarto me acerqué a la cama, me senté a su lado y me incliné sobre él: sus ojos suplicantes se cruzaron con los míos por última vez. ¿Qué me quería decir? ¿Que lo ayudara a vivir? ¿O que lo ayudara a morir? A vivir, por supuesto, él nunca quiso morirse».
Metáfora de la muerte, conciliábulo de espectros y fantasmas, El desbarrancadero cuenta el fin de una casa en medio de un país que se desmorona. Si no la vida del autor, por lo menos sus libros desembocan con esta obra desolada y conmovedora en el inexorable final.