VIOLENTO, LUEGO EXISTO

VIOLENTO, LUEGO EXISTO (Libro en papel)

Q. 155
IVA incluido
Disponibilidad inmediata
Editorial:
UNAM
Materia
Humanidades y Ciencias Sociales
ISBN:
978-607-30-0276-9
Q. 155
IVA incluido
Disponibilidad inmediata

El Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, proliferan en contextos donde la producción de la violencia se agudiza. Las pandillas pertenecen a una realidad dominante de muerte y optan por reproducir relaciones injustas de poder. Estos conjuntos exponen la regularidad del uso de las agresiones en Guatemala, por lo tanto, los ataques que dirigen a la sociedad, las conductas intergrupales y las embestidas que les propina el Estado y algunos sectores de la población son materia de análisis.

El primer apartado comienza con una revisión de las designaciones que hacen las pandillas de sí mismas. A continuación se sigue la trayectoria histórica y geográfica de esos actores sociales a finales del siglo xx. Dos hilos conductores de análisis son desarrollados: el primer aspecto concierne a la presencia de las gangs en Estados Unidos y el segundo trata de la llegada de éstas a Guatemala.

En el segundo apartado se plantea que en Guatemala impera un régimen necropolítico. La gestión de una política de la muerte por parte del Estado y de los poderes paralelos ha posibilitado la invalidación rutinaria de la vida y ha permitido el surgimiento de epifenómenos violentos.

En el penúltimo apartado, se reflexiona acerca de cómo la desigual distribución de la riqueza y también de la violencia marca a las pandillas. Se analiza como las clicas son representadas como violentas por antonomasia, se cuestiona si estos grupos pueden ser considerados culturas juveniles y se repara en la relación de su proliferación con la marginalidad y la pobreza.

En el cuarto capítulo se hizo un acercamiento a las operaciones de limpieza social que afecta a las pandillas y a otros tipos de “indeseables”. Asimismo, se explora cuál es el curso que toma la producción y la reproducción de la violencia en algunos centros penales en Guatemala. Finalmente, se problematiza la participación de las mujeres en el Barrio 18 y en la Mara Salvatrucha.