No es lo que decimos... sino cómo lo decimos es un texto con escritura fresca y práctica, que invita a la reflexión de cómo sí tenemos herramientas para poder mejorar nuestra forma de comunicarnos con los demás, inclusive en situaciones no tan agradables, pero sin olvidar los sentimientos y las emociones.
Se comparten experiencias de vida que permiten visualizar diferentes escenarios en los que tendemos a modificar nuestra forma de ser, y cómo nos comunicamos con los demás presionados por el estilo de vida, estrés, el miedo, las costumbres y todo aquello generado por la misma sociedad, creando
problemas innecesarios, por una mala
comunicación. Al no darnos a entender o no validar que nos están comprendiendo lo que decimos, los problemas son infinitos, así como por no contemplar el mejor escenario para podernos comunicar.
"Las guerras dieron inicio por una mala comunicación, al no llegar a un entendimiento ambas partes y darles mayor importancia a los intereses individuales que a los comunes"
