La abundancia de la vida apareció en 1839 en la revista Urania. El lector disfrutará de las innumerables referencias que se despliegan a partir de un elemento inaudito que, una vez en funcionamiento, pasa a un segundo plano en favor de las tensiones que pone al descubierto.
El segundo relato, "El espíritu protector", también se publicó en 1839. En él, se plantea la existencia de entidades intermedias, a medio camino entre lo espiritual y lo cncreto, cuya misión es proteger a determinado individuo.